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Los denominados impuestos de sucesiones representan una serie de importes o gravámenes que se establecen a los nuevos patrimonios que obtiene una persona física, por ejemplo, los bienes o inmuebles obtenidos a través de una herencia. Estos impuestos deben ser pagados por el heredero como parte de las gestiones obligatorias a realizar en un periodo de seis meses para poder adjudicarse la herencia, no obstante, el problema se establece cuando existe más de un heredero lo que lleva a preguntarse ¿Quién cubre los gastos del Impuesto de Sucesiones si hay varios herederos? Y para dilucidar dicha inquietud te invitamos a que continúes leyendo los siguientes párrafos.
Uno de los detalles que establecen las leyes con respecto a los impuestos en cuestión es que dichos gravámenes son totalmente personales, por lo que cada uno de los herederos debe responsabilizarse por el pago del mismo. Cada heredero recibe una parte estipulada de herencia y para ello debe saldar los gravámenes por sucesiones en el periodo establecido. La manera de evitar el pago de dicho gravamen o impuesto es renunciando a su parte establecida de herencia, lo que se tendrá que realizar mediante un documento público. Si se acepta la parte correspondiente de herencia el heredero se verá obligado a cumplir con este trámite teniendo en cuenta que el importe del impuesto varía dependiendo de ciertos factores.
Uno de los factores más importantes que determina el coste del impuesto está relacionado con proporción de herencia que reciba el heredero, ya que, por ejemplo, en el caso de que toda la cuantía de la herencia sea distribuida en partes iguales, cada uno de los herederos pagara una cuantía similar del impuesto, no obstante, si la distribución de la herencia es desigual el heredero que reciba la mayor parte de herencia pagara un impuesto mayor.
Asimismo, el parentesco es otro de los determinantes en la cuantía de los impuestos para sucesiones dado a que mientras mayor sea el grado de parentesco o consanguineidad entre el fallecido y el heredero, será mayor el importe. Esto significa que los familiares y personas especialmente cercanas al fallecido deben pagar porcentajes mínimos de este gravamen.
Cabe destacar que la competencia y regulación de los impuestos para sucesiones está a cargo de cada Comunidad Autónoma, por ello cada una de las regiones tiene la posibilidad de establecer la cuantía y los porcentajes a cobrar como parte del impuesto para la adjudicación de una herencia, teniendo en cuenta que se deberá cumplir con los porcentajes que estipule la comunidad en la que el fallecido tenía su vivienda habitual.
Finalmente es preciso mencionar que se han establecido facilidades de pago para este tipo de gravamen, dado a que se ofrece la posibilidad de que el heredero salde el impuesto recurriendo a la herencia obtenida sin tener que pagarlo a través de sus bienes, lo que significa que el heredero puede recurrir a los bienes o cuentas de la persona fallecida en caso de que el testador tuviera dinero en cuentas bancarias.