¿Qué significa tener la guardia y custodia de los hijos menores?

La guardia y custodia en términos legales significa el deber y derecho que tienen los progenitores para asumir la responsabilidad de los hijos menores de edad luego de una separación o divorcio. Estos deberes y derechos implican asumir las atenciones básicas que amerita la formación de los menores de edad; es decir, se deben gestionar todos sus deberes cotidianos como alimentarlos, llevarlos al colegio, realizar los deberes con ellos, entre otros. Si lo precisa, abogados madrid les ofrecen mas informacion.

Según el artículo 92 del Código Civil, la guardia y custodia es un derecho de los progenitores y en primera instancia debería ser compartida por ambas partes. Sin embargo, debido a la variedad de situaciones familiares la guardia y custodia puede ser compartida o exclusiva en el caso de que alguno de los progenitores no esté apto para asumir las responsabilidades que esta figura legal dictamina.

Por otra parte existe la patria potestad como figura legal para las decisiones importantes y determinantes de la vida del los menores de edad. Para decisiones como seleccionar el colegio o institución educativa a la que deban asistir los menores de edad, en caso de una decisión o un tratamiento médico importante, si el menor debe cambiar de domicilio o debe mudarse a otra ciudad.

¿Cuál es la diferencia entre guardia y custodia y patria potestad?

En los párrafos anteriores hemos puntualizado las actividades más importantes que se deben cumplir tanto en la guardia y custodia como en la patria potestad de los menores de edad. La idea de estas figuras legales es equilibrar los roles de los progenitores en caso de separación o divorcio. De hecho ambas figuras están prestas para ser compartidas, la diferencia principal es que una determina la formación básica de los hijos y la otra se utiliza para tomar decisiones trascendentales en la vida de los mismos.

Sin embargo, podemos observar que tales diferencias en estos poderes se complementan entre sí para brindarles a los menores de edad la mayor cantidad de bienestar posible. Cuando las decisiones son compartidas, es importante resaltar que siempre se debe consultar con el otro progenitor para llevar a cabo cualquier acción relativa a lo que contemplan ambas figuras expuestas en este artículo.