-
Nadie dijo que las rupturas amorosas (mucho menos las de matrimonio) fueran fáciles, muchas veces la situación incluso se puede volver un campo de batalla sin tregua. De repente tu cónyuge con el que inicialmente decidiste compartir nupcias, se vuelve un extraño que lo que menos que quieres es seguir viéndolo bajo el mismo techo.
Es allí cuando saldría la tentadora pregunta, ¿y si hago esto?: esperas el momento en que tu cónyuge sale del domicilio para no dejarle entrar más… ¿Qué pasaría?, ¿qué consecuencias te traería? Aquí te informaremos con más precisión de ello.
Algunas soluciones más civilizadas pasan por cambiar de domicilio (¿por qué no?, retornar a donde tus padres mientras te reubicas, etc.) pero en otros casos se llega al factor sorpresa de cambiar la cerradura de la entrada al hogar, imposibilitando al cónyuge que salió el retornar por sus pertenencias al mismo.
Te cambiaron la cerradura de la casa, ¿qué puedes hacer?
Lo primero que debes saber o ser consciente es sobre el estado legal en el que se encuentre el domicilio y si ya cuentas con una sentencia o resolución jurídica para proceder a actuar, pues no todas las parejas realizan estas acciones drásticas de separación una vez adquirido un veredicto de divorcio, por el contrario, en muchas ocasiones el cambio de cerradura ocurre por “la ira del momento” del punto de ruptura afectivo”
En este punto, tienes dos opciones para proceder o no, de acuerdo a la particularidad de tu caso.
- Cuentas con una sentencia de divorcio o atribución judicial del uso de la vivienda.
De disponerse este caso, es muy probable que el uso familiar del domicilio ya se le haya atribuido a uno de los cónyuges o hijos de los mismos, por lo que el cambio de cerradura sería válido, aún sin requerir el consentimiento de la otra parte que se quedara por fuera.
La únicas dos formas posibles para que puedas ingresar al domicilio por tus pertenencias, es solicitándole permiso a la otra parte, y de negarse esta, deberás recurrir a una autorización judicial para la retirada de tus mobiliarios personales, es decir todos aquellos bienes que sean de tu exclusiva pertenencia tales como; el celular, ordenador portátil, los utensilios de higiene que te pertenezcan las herramientas de trabajo etc.
- No existe aún veredicto de divorcio
De no haber ningún veredicto o sentencia de divorcio, el cónyuge en propiedad del domicilio no puede prohibirte el acceso al mismo, y en caso de que decida cambiar la cerradura sin tu asentimiento, se encontrará cometiendo un delito de coacciones contra tus potestades, con lo que podrías dirigirte a una comisaría a reclamar el asunto.
El sustento legal de este proceder es el artículo 172 del código penal, el cual establece que de no existir aún sentencia de divorcio y te prohíba (incluso con violencia) puede acarrear una multa de 12 a 24 meses o incluso pena de prisión de medio año a 36 meses dependiendo del agravio causado.
¿Sería un delito el cambio de cerradura en la vivienda familiar?
De acuerdo a ciertas condiciones explícitas señaladas previamente, sí, pero todo dependerá de acuerdo a la investigación o balance que a los jueces les corresponda hacer entorno a la situación y entorno familiar de los agraviados para determinar si estaba justificado o no el cambio de cerradura que impediría la entrada a uno de los dos cónyuges en proceso de ruptura/separación.
Un ejemplo para diferenciar estas dos sentencias, es que no es lo mismo si uno de los dos cónyuges sale del hogar por cualquier compromiso (laboral o accidental) y a su vuelta se encuentre con el cerrojo cambiado, en esta situación acontece un delito de coacciones.
Mientras que si ya el cónyuge había decidido previamente separarse del domicilio marital, no sería delito pues la persona residenciada solamente estaría optando por resguardar su derecho a la intimidad, por lo que la denuncia en la comisaría sería infructuosa inclusive.
Cualquier duda adicional que pudieras tener en cualquiera de estos dos casos, no olvides consultarla con un abogado especialista en el área para una correcta asesoría y concorde proceder legal que te sea favorable en estas situaciones turbulentas de ruptura.