¿Qué implica ceder la custodia de un hijo?

La custodia es uno de los derechos que tienen los progenitores de asumir las decisiones más importantes respecto a la crianza de los hijos. El desarrollo a largo plazo del infante depende de la crianza que le da quien tiene su custodia, esto implica la educación, instrucción religiosa, asistencia médica y odontológica, entre otros. Al ceder la custodia de un hijo, se renuncia a participar de estas decisiones trascendentales y determinantes en la vida del menor.  Si lo precisa, abogados madrid les ofrecen mas informacion.

Lo ideal en este tema de la custodia de los menores de edad es que se aplique la custodia compartida, en donde ambos progenitores participan de las decisiones de vida de los hijos. Incluso, la recomendación desde los juzgados es tratar de establecer este acuerdo para generar un ambiente idóneo para el desarrollo del menor de edad.

Sin embargo, puede darse el caso de que alguno de los progenitores no esté apto para asumir las responsabilidades que involucra la custodia de un hijo. Para estos casos es necesario comprobar la incapacidad del progenitor para tomar decisiones en la crianza del menor o comprobar comportamiento inadecuados. Estos comportamientos pueden ser un historial de uso de drogas, violencia doméstica o abandono de los hijos, y pueden ser determinantes en la decisión del juez.

No es lo mismo custodia legal que “custodia física”, la diferencia es que una tiene que ver con las decisiones de crianza del menor y la otra determina el espacio físico donde va a vivir. En ciertos casos de custodia compartida ambos progenitores tienen derecho a tomar decisiones de crianza pero sólo uno de ellos toma la decisión acerca de dónde vivir con los hijos.

¿Qué es custodia exclusiva y en qué casos aplica?

La custodia exclusiva es una figura legal en donde sólo uno de los progenitores tiene el poder de tomar las decisiones de crianza de los hijos debido a la incapacidad o la conducta inadecuada del otro progenitor. En este particular debemos tomar en cuenta que para que un juez llegue a esta decisión, se debe haber comprobado, efectivamente, la incapacidad de uno de los progenitores. A continuación ilustramos una situación recurrente en los juzgados:

Una pareja que se ha divorciado está en disputa de la custodia por sus hijos y el mutuo acuerdo ha sido imposible desde el proceso de divorcio. La madre asegura que el padre de los menores no está apto para asumir la custodia compartida porque es adicto a las drogas y los efectos de esta adicción suele desencadenar conductas violentas en él.

En este caso, si el juez comprueba que todo lo que está exponiendo la madre es cierto, inmediatamente le será concedida a ella la custodia exclusiva de los hijos y hasta que no exista un cambio de conducta del padre la sentencia no cambiará.

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