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Muchas veces, las parejas se mantienen bajo el mismo techo en ausencia de una alternativa de salida para alguno de los dos cónyuges una vez se haya llegado a un punto de ruptura y separación de los mismos. Esto también suele ocurrir por falta de acuerdo y comunicación clara entre ambas partes propiciado a la vez, porque ambos quieren reclamar por su lado los derechos respectivos de la propiedad conyugal.
Por lo que, no basta con el simple deseo de separación y marcha de uno de los dos del hogar, también existen asuntos de carácter legal que deben llegar a resolución. Ante todas estas disyuntivas, en el presente artículo te traemos algunas reflexiones y sugerencias de cómo pensar y proceder ante estas situaciones, de manera que puedas llegar con tu pronto ex cónyuge a buen puerto de la manera más civilizada posible.
¿A quién le correspondería abandonar el hogar?
Si bien tú y tu esposo/a han llegado a un acuerdo, debes valorar en conjunto cual es el que tendría mejores posibilidades de irse. De tener hijos (y menores de paso) lo más común es que la madre sea la que se quede en el hogar con la custodia de los mismos (por lo menos en tanto no haya motivos para demostrar lo contrario).
Si bien en muchos casos es frecuente que el hombre sea el que le corresponda abandonar el hogar, no siempre esto es posible sino se mantiene un dialogo claro, pues, este puede verse imposibilitado de conseguir otro arriendo, mientras aún es propietario del hogar.
Es importante en este punto tener un balance claro, porque también la mujer podría verse con mejores posibilidades de un nuevo arriendo más que cónyuge, todo es cuestión de analizar bien las posibilidades y cuál de todas presentan menos reticencias entre ambas partes.
Tips en caso de que tu esposo/a se encuentre reticente a abandonar el hogar tras acordar separación
Un primer elemento que debes mantener una vez decidida la separación y preacordado quien de los dos debe de irse, es la determinación de ésta. Por supuesto, reitérala de buenas maneras en función de la resistencia que la otra persona pudiera ofrecerte, no viene mal quedar en buenos términos amistosos de manera a que no le quepan dudas que no tiene mejor opción que irse del hogar.
Por supuesto, no todas las parejas son iguales, este proceso puede requerir dependiendo del caso en tanto compatibilidad(o incompatibilidad en su defecto) de los caracteres de ambos cónyuges entre sí, por lo que la cantidad de conversaciones y proceso de acuerdo es algo que solo tú en relación a tu ex sabrás sobrellevar, manteniendo lo más posible un trato de respeto y tolerancia mutua.