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El difícil contexto en el que nos hallamos en la actualidad está teniendo notables repercusiones en cada uno de los sectores y ámbitos de la sociedad. Este forzoso confinamiento social que ha provocado la pandemia por coronavirus ha generado un impacto notable en la economía y en el sector laboral, sin embargo, no cabe duda que los núcleos familiares han sido los más afectado por este estado de alarma.
Los trámites relativos al derecho familiar se han incrementado notablemente como lo han reportados los expertos en dicha área del derecho, dado a que las consultas por divorcio o separación han tenido un aumento significativo en los últimos meses. El confinamiento ha provocado que muchos de los potenciales divorcios que habían acudido a consulta legal terminen concretándose dado a que la pareja ha sido obligada a convivir durante mucho más tiempo ante las restricciones de circulación y esto ha provocado la necesidad de obtener materializar la separación de una manera más rápida.
No obstante, el confinamiento también ha provocado casos contrarios al anteriormente descrito, donde divorcios que ya estaban a punto de concretarse se han visto paralizados dado a la incapacidad económica de abordar la separación por todos los gastos y cambios económicos que supone un divorcio.
Las restricciones del tránsito internacional también han suscitado otro tipo de problema familiar como lo son los secuestros internacionales. Muchas de las familias que habían decidido emigrar y establecer su residencia en el extranjero se han visto obligadas a retornar al país por la crisis económica que ha provocado la pandemia en curso, sin embargo, dicha decisión de retornar en ocasiones se ha tomado de manera unilateral por lo que uno de los progenitores retorna con los primogénitos sin el otro progenitor, incurriendo de esta forma en secuestro de tipo internacional.
Por otra parte, otra de las consecuencias que el confinamiento, las restricciones y todo lo generado por la pandemia ha provocado en el ámbito del derecho familiar es la paralización o suspensión de una gran cantidad de procesos en el juzgado. Esto ha conllevado que juicios por divorcio, por incumplimiento de la pensión de alimentos entre otros problemas familiares se encuentren en espera a pesar del esfuerzo realizado por los juzgados para lograr abordar todos los procesos pendientes en el contexto actual plagado de restricciones.
Se ha promovido la realización de juicios por vía telemática y aunque algunos tipos de casos si pueden ser abordados por este medio, la gran mayoría continúan siendo celebrados de manera presencial ya que se debe garantizar el interés del menor. Algunos expertos resultan más críticos en esta situación y establecen que la pandemia provocado por este nuevo virus solo ha hecho evidente un problema preexistente que ha tenido siempre el derecho familiar, que es la ausencia de juzgados especialmente dedicados a esta rama del derecho. Se espera que cuando finalice el difícil contexto por el que atravesamos en la actualidad se aborde estas problemáticas el derecho familiar para lograr ofrecerle mejores garantías legales a los núcleos familiares.