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Muchas veces son distintos e inevitables los motivos por los que tú como empresario, te verías en la necesidad de dar de baja o cerrar tu sociedad comercial. Lo que es realmente perjudicial en dicho accionar, es no haber prestado atención a las deudas de la misma, pues después tus acreedores pueden apelar a tus bienes personales de manera legal, como forma de pago, lo que te acarrearía problemas y bajas económicas severas.
Por lo general, la forma más concorde de llevar a todos al mejor término posible, sería con un concurso de acreedores en caso de que no cuentes con los fondos suficientes para cancelarlo todo por ti mismo, algo que te explicaremos a detalle sobre a continuación
¿Cómo podrías dar de baja tu endeudada sociedad comercial?
Previo a tomar la decisión de darla de baja, hay opciones que podrías considerar con las que quizás podrías mantener a flote tu empresa tales como organizar un plan de viabilidad donde analizar con lujo tus solvencias al día, liquidez, deudas acumuladas y fondos de emergencia con los cuales podrías maniobrar en caso de disponerlos.
Una vez conformado el plan y estudiado a fondo la situación, deberías visualizar mejor si exista solución para la empresa, aunque puede ocurrir que la solución momentánea a la larga solo prolongue la situación crítica, por lo que al final si nada resulta no tendrás otra opción que liquidarla lo más pronto posible.
El problema principal a la hora de darle finiquito a tu empresa es como persona o ente jurídico, debes demostrar las cuentas bancarias de la misma en cero al Registro mercantil, de lo contrario tu sociedad seguirá viva comercial y legalmente aunque tengas pérdidas y deudas ¡Atento a eso!
Procedimientos para finiquitar tu sociedad con deudas insolventes
A continuación te indicaremos los procedimientos más recomendables a la hora de dar de baja tu sociedad:
Liquidación dirigida
Esta es la solución más lógica y sencilla con la que podrías contar, solo consta de hacer cuenta de tus impagos por los importes realizados, y una vez vaciada tus cuentas a 0, procedes con la disolución de la empresa. Este procedimiento no conlleva intervención legal pues tú mismo eres el que ha podido cancelar las deudas pendientes y demostrar que te quedaste sin capital para seguir manteniendo tu sociedad.
Por supuesto, el elemento más importante para llevar a cabo tu liquidación dirigida es el que cuentes con los fondos suficientes para ello, algo que no suele ser la regla común, pues poniéndote a pensar, si tuvieras el dinero para solventar tus deudas, no te verías en la necesidad de finiquitar tu empresa por no poder cancelarlas. Por supuesto, un préstamo personal pactado con un familiar también puede serte un salvavidas.
El concurso de acreedores solicitado de forma voluntaria
En esta opción ya es inevitable la intervención jurídica, pero es un buen paso para culminar con la vida de la empresa de la forma más justa para todas las partes. Como procedimiento legal, tienes la posibilidad de acordar un preconcurso, con el cual puedes negociar los términos previamente con tus acreedores antes de proceder con el concurso voluntario.
Esta fase de preacuerdos(o de inicio del procedimiento judicial) suele ser complicada por las negociaciones, pero si tienes éxito en las mismas, puedes conseguir reducción de la deuda inclusive y también reducir los gastos judiciales. Lo más recomendable en ambas fases es que dispongas de un buen abogado en la materia.
En caso de no resultar el preconcurso, no habrá más opción que solicitar el concurso de acreedores voluntario, el cual suele ser más demorado por la sencilla razón de estar los tribunales implicados. Sin embargo, este procedimiento jurídico es el que está diseñado para salvar o dirigir a buen término la liquidación e insolvencias de una empresa (y más si es tu única opción viable).
Fases y tiempos de un concurso de acreedores
Fase previa: los procedimientos para tramitar tu solicitud ante el juez, hasta la respuesta de admisión al concurso.
Fase común: momento consecutivo a la admisión del concurso, aquí se declara el mismo tras corroborar la documentación necesaria y es nombre el administrador concursal, quien se ocupará de estipular y determinar las masas activa y pasiva de la empresa y de la categorización de los créditos existentes, lo que se correspondería al respectivo informe concursal
Fase de convenio: en este tiempo es cuando podrás tratar de negociar una quita a la deuda de tu empresa, la cual no puede sobrepasar al 50% del total y el tiempo transcurrido en negociaciones no debe exceder de los 5 años.
Fase de calificación: es el momento resolutivo del concurso, donde se evalúa todo el procedimiento y se da por finiquitado
Ante todas las opciones y procedimientos expuestos, te reiteramos no pasar por alto nunca las deudas ni la asesoría de un abogado en la materia para poder proceder de modo conveniente en caso de que necesites dar por finiquitada tu empresa o sociedad comercial.